viernes, 18 de diciembre de 2009

Poema para unos pies perfectos.

Quizá por eso esos pies bailan solos
o quizá fue el toque de alguna hada
lo que les dio ese halo de misteriosa perfección

Quizá esos pies tienen un nicho
en la casa de un foot-fetish que no deja que se maltraten
o quizá es por el vértigo que esos pies que no tocan el piso
por que ella es en verdad hermosa

Quizá esos pies sólo sean el milagro
de algún santo metido en estas perversiones
o quizá esos pies oníricos
sólo viven en los cuentos eróticos

Quizá esos pies son la máxima obra de arte
de algún buen cirujano plástico

Quizá esos pies tienen pacto con el diablo
o con algún demonio al ras del piso
o quizá esos pies sólo viven
en mis más conflictivas aberraciones

Quizá esos inmaculados pies
sean una señal acerca del fin del mundo

¿ Por qué son tan tersos y rosados esos pies ?
es cierto que no cargan mucho peso
porque ella es muy delgada
y airosa como toda mujer de la frontera

Ella se pinta las uñas
porque sabe que idolatro sus pies

martes, 8 de diciembre de 2009

La calle que va al puente

Un borracho tirado en la acera
En la calle que va al puente
Y es que la soledad
Es siempre la soledad aunque pague en dólares

Hay unos ojos en donde el tiempo se detiene
El silencio es desprecio
Y la realidad se tiñe de verde


Hay unos ojos que son luz cuando oscurece
Y una mujer de lento andar
Que se lleva las miradas


Ciudad Sur descalabra los sueños
Y un gringo juega a la democracia
Encerrado en su pajarera


Hay unos ojos de este lado del puente
Que no dicen nada
Y su silencio es insultante


Hay una vida que no dice nada
Y se ahoga en poemas cuando ella calla
Hay una vida que sin ella no vale nada

sábado, 5 de diciembre de 2009

TODA CIUDAD QUE SE RESPETE

                                       Toda ciudad que se respete
                                       tiene un viejo sentado en la plaza principal
                                       y este viejo sabe todo lo que pasa
                                       en la ciudad.

Una tarde pasé junto al ciego de la plaza,
me detuvo y dijo tú la buscas ¿verdad?.
Él me conocía, te conocía;
sabía toda esa historia
de madrugadas sobre el río,
noches en el "Express Cervezas 'n tequilas".

Conocía los olores de los animales en celo,
la arritmia crónica de tu taconeo y
las frases que siempre usas cuando haces el amor
-"nunca me dejes"-.
Esta es una ciudad pequeña
que se enciende al conocer tus historias.
Luego siguió hablando del color del mar y del invierno,
de esas montañas que nunca se ven,
de esa extraña luz que se aparece en tus bosques,
de los jeroglíficos que dibujé un día en tu espalda
y del significado de las estrellas de mar.

Cuando habló del deseo glaciar
me convencí que hablaba de ti
y me fui a caminar por los suburbios.

jueves, 3 de diciembre de 2009

CAPERUCITA BESTIAL

A la vuelta de un instante

tres cabezas ruedan por el suelo.

                                                  Mi psicoanalista
                                                  me regaña.

Ella va de Lolita por la vida.
Su mirada me despelleja de toda realidad.
Nunca he sido una buena persona,
pero,
Ella se muerde los dedos al hacer el amor.
No creo en el fetichismo,
mas,
zapatos negros de tacones altos,
Ella va de látex y cuero
y nunca ha sido una buena persona.
Altera el orden de las cosas.

Repto sigiloso por el canto de mentiras
que brota de su cuello.
Hay restos de amor en el lunar detrás de su cabellera
y yo aún buscando el ridículo traje de arlequín
entre los cadáveres de siempre.
Un último vistazo a su ombligo.
La falda negra de piel ya está rota y desgarrada.

Un cero a la izquierda del tiempo,
a mano derecha su hombro
y "AIRES DEL TIEMPO" al dormir.

Una prostituta y un infeliz
mueren cada noche en la ciudad.
Me desvisto al amanecer.

                                        Mi psicoanalista
                                        sugiere suicidio.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

DULCE ESTACION DE LAREDO

Un eco sepulcral, propiamente dicho.

Un viento helado parte la ciudad,
aves de rapiña por la estación de Laredo.
Un jadeo rítmico, casi imperceptible.
El país termina a unas cuantas calles
y empiezan o acaban los resentimientos;
en el anden la luz es más tenue.
Dulce vende su cuerpo por 40 dólares,
sólo tiene catorce años.
En la maquiladora trabajan horas extras,
un sueldo así no alcanza para nada,
es monótono, aburrido,
la línea no debe parar.

El río le dibuja la cintura a la ciudad,
silueta convexa casi perfecta.
Dulce sueño americano.
La fabrica cansa, hastía, trastorna;
a veces hay deseos de ser alguien.
Pretexto varios amores idos,
una niña no volvió a su casa,
una campana de cristal se rompe contra el suelo.
La inocencia se pierde en cada esquina.
Dulce estación de Laredo,
el corpiño va de blanco a rojo.

jueves, 26 de noviembre de 2009

POEMA IMPOSIBLE 6

La carne se seca al sol

pellejos que algunas aves picotean
el recuerdo de aquella repugnante vieja
de blancas carnes y olor a vida desperdiciada
se reaviva en estas sedientas tardes

Carne salada sin sombra
en la mente
las noches en un hotel cercano al metro Taxqueña
la piel morena próxima a graduarse
olor a coco de mujer costeña
y todo aquello que quedó inconcluso
todo aquello sólo es pasado

Carne que llena la tarde de salitroso hedor
el sol de una ciudad en medio del desierto
una mujer moja sus labios en cerveza,
labios rojos de placer resplandeciente
mascaradas invernales para disimular un poco
la eterna espera

Trozos de carne muerta secándose al sol
duele más cada paso
la arena me hace cerrar los ojos
solo queda polvo sobre las tumbas
pisadas que se oyen siniestras sobre tu agonía

Una casa abandonada, casi derruida.
Miles de moscas tapan el sol,
se posan en mis manos y en mi boca
no me puedo mover,
cierro los ojos
al zumbido
del cercano andar de la muerte

miércoles, 25 de noviembre de 2009

UN POEMA POR ELBA



Tardes de asueto,


noches violentas.

Un charco de sangre en la conciencia

y Elba de rubia en la ventana.



                                ¿ Recuerdas, cholo, el color de sus ojos ?



Los árboles en verde intenso,

el cielo en azul interminable, incandescente.

Un pordiosero pide algo de comer junto a un BMW del año,

un acordeón rellena los silencios,

un agente de la BORDER PATROL mira todo desde el otro lado

y Elba se sienta lejos del sol.



                                ¿ Recuerdas, cholo, el tono pastel de su ropa interior ?



El calor

le da una vista de minifaldas y blusas vaporosas

a Ciudad Éxtasis,

las tardes son insuficientes para el sol.

Elba moja su blusa.



                           ¿ Recuerdas, cholo, el rosa triste de sus pezones ?



El viento y el salitroso olor,

cerveza, una cantina de la frontera,

sudor en los labios,

otra vez la noche y su silla vacía.

Tardes en espera de Elba.



                               Cholo ¿ recuerdas cuando partió ?



Laredo es otro.

martes, 24 de noviembre de 2009

LA COMUNION DE LAS COSAS

                                         Nunca pude volar al ras del viento...

                           ... ahora sé que es posible.
Una mujer se pierde
en el eterno tañer
de las estalactitas de mi locura,
la memoria no da para más.
                                             Hay demasiada influencia
                                             de tus formas en mi decadencia.
En un poema recuerdas tu mar
y los bolsillos se me llenan de arena y espuma y
de ese puerto que nunca fue.
                                                Aún no hay nada parecido a....
Hay una mujer que al huir
se lleva mi sombra.
                                            Una esfera gris
                                            pende de su oreja.
Lleva una contusión en los muslos
y el bolso lleno de naufragios.
                                                   En estas tardes todo
                                                   pasa a su alrededor.
Vidrios rotos
y un rechinar de llantas
en la calle soledad.
                                             Un cubo amarillo
                                             sobre un fondo negro.
Ella sonríe
y por un momento me ciega.
                                             Un triángulo azul a rayas
                                             sobre su espalda.
Hay una mujer
que en estas tardes
pende de la memoria.



martes, 20 de octubre de 2009

Delgadas láminas de tiempo

Amanece, gotas de sol en la ventana
filtran la fragilidad del día.
Delgadas láminas de tiempo desploman su antigüedad
sobre los objetos.

Frontera apretada, sudor acumulado en el viento.
Laredo suda amargo desde hace tiempo.
Opulenta ciudad, fiel a si misma;
la bestia en medio del desierto espera romper el último sello
para discernir el destino.

Inaprensible ciudad inapreciable.
Fatigada urbe saturada, agobiada,
a punto de estallar.

Rodelas sucias y abandonadas junto al río.
La frontera ha dejado de ser invencible.

Delgadas láminas de tiempo, taciturnas entrañas del pasado.
Perenne sequía que acaba todo a golpes de calor.
La frontera no perdona el abandono.

Las hojas de papel se quiebran al contacto con la tinta.
Por eso no hay palabras.

Los muros no soportan la pintura,
Ahí, tampoco se puede escribir.
Hay días en que el desierto sisea plegarias.
Ciudad que se pierde en el tiempo.

domingo, 11 de octubre de 2009

Lunes soledad

Hay un animal caído,

no un palacio.
O. Lamborgini



Lunes soledad
Y es sólo para mí la ciudad,
pero hoy me quedan grandes
los zapatos de aventurero.
Me refugio en mi casa de espejos ocres
que sólo pueden reflejar los gajos sucios
de este abandono
de frío y paredes mal pintadas.

Lunes soledad
Y nadie llama a la puerta,
la casa está vacía,
tu taconeo no se oye.
El muérdago del desdén carcome mis manos,
tu boina aún se empolva junto al perchero,
el ruido que viene de afuera
es lo más perecido a la vida
en esta casa.

Lunes soledad
Bebo ron y me tiro a la cama.
Es un juego absurdo el desaparecer de pronto
de las cartas y las fotos;
y de ese martes en que prometiste
luz en los oscuros andamios del miedo.

Lunes soledad
Y no encuentro tu ventana,
ni el azul cielo de tus giros,
ni tu fácil desenvainar los gestos.
Aún puedo oír las voces de noviembre
y saborear tus días de asueto.
Todo esta oscuro y en silencio.

Hay lunes como hoy
que sólo son de obituario.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

LOS POEMAS DEL PERDÓN




No pido perdón
¿ para qué ?
Si me va a perdonar
Por que ya no le importa.
Joaquín Sabina


1


... y es que al fin de cuentas
los seres marginales siempre terminamos juntos;
una mesa, un parque o un burdel.
Compartiendo siempre esa soledad que cansa
y te acostumbras a ella.


Seres marginales en manadas, soledad colectiva
por las calles de Laredo a las tres de la mañana;
la soledad se comparte
ratas, sombras, lunas y el tren como música de fondo:
El carnaval de los despreciados.


De cierto modo, el nuestro,
fue un amor de marginales sórdidos;
de cervezas y estacionamientos olvidados,
de cuerpos desnudos a media calle,
de amor entre los escombros de los escombros,
de vicios y paranoias que se unen
en un punto de caricia y golpe.
Por que al fin de cuentas los seres marginales
siempre terminamos juntos y aislados,
ocultos por la ciudad.
Hay una mujer que aún me duele a cada esquina
y la ausencia de su sonrisa me carcome el alma.
Ella pasa y atraviesa las telarañas de mi calma,
me flagela con su odio toda esperanza.




2


En un bar o en un café
nos sentamos solos,
tomamos un trago
y salimos nuevamente
por el centro de la ciudad
donde cientos de mesas nos esperan
para compartir esta la soledad.
3




¡ Como duele parir un poema de perdón ¡
Un poeta atado a un muro
No hay salida
Cuatro paredes, púas en los alambres
y tu adiós con odio
¡ Que frío es el olvido cuando se impregna de soledad ¡
¿ No hay luna ?, Preguntó
Ella y su vestido rayado de fin-de-fiesta
Yo de azul-cuervo-enlutado
Ella se muerde los dedos al hacer el amor,
me toca suavemente
no tiene rostro, pero sus ojos son caricias,
la sierpe del deseo muerde las manos
y Dios destruye ciudades enteras.


















4


Un poeta atado a un muro
muñecas y tobillos lacerados
los caminos están mohosos
sólo queda el desierto
y llevar al muro como lastre


¡ Como odio este lento morir de boca seca ¡


Ráfagas de viento me ciñen al muro
nos van desmoronando
" polvo eres y ..."
¿ que haré cuando no haya muro
y ya nada de ti me duela ?
Tendré que rehacer las heridas
para que del dolor vuelvas a nacer,
pero mientras,
que doloroso es parir un poema de soledad
cuando aún estás a mi lado.

lunes, 28 de septiembre de 2009

POEMA IMPOSIBLE 2

2

Las exequias de la soledad

No existe ese lejano lugar
que describes cuando lloras en la cama,
por eso tus caminos se llenan de muertos.
Es de día
y aún sigues sangrando todo lo que te duele.
Ese pesado lastre
que deja rastro de grillos, fábulas, lunas, duendes,
última evocación de tierra húmeda,
crujir exasperante de palabras rancias.
Por eso
todos mis días los llenas con tus muertos.

lunes, 21 de septiembre de 2009

EL GÉNESIS DEL OTRO CAOS Y LA EXPLICACIÓN DEL SOL




1


Todas las mañanas

Olivia crea pequeños soles con las manos.

Frota las manos

y el mundo empieza a girar en destellos,

Laredo se calienta,

En toda la tierra se reinventa la vida.
Las secretarias se despojan de sus medias.

Desatan su corbata los oficinistas.

Los niños nadan en las fuentes.

Los amantes buscan un hotel con aire acondicionado.

Mis tormentas se alejan


El calor se desparrama en el horizonte del tiempo.

Cuando Olivia sonríe y cierra los ojos

crea soles más pequeños,

como la conciencia del amor.

Pequeños soles que mueren fulminados al suspirar,

los transeúntes callan,

los tránsfugas toman bandera,

el viento le levanta la falda.

La imagen de sus piernas tornasoladas

apaga la tarde.



2


Olivia mide el tiempo

con su reloj de planetas

y cuando un cometa lo anuncia

Ella crea un nuevo sol.

Otra vez el caos.




Las aves se desorientan

toman el autobús equivocado,

nunca llegan al sur,

mueren de frío.

Los ecologistas la odian.


Los nuevos soles duran toda mi sobriedad.


Cuando Olivia despierta de buen humor

la ciudad se llena de soles.

Cada persona tiene su sol,

decenas de soles botan por las calles.

Los ambulantes los recogen

y luego los venden en el parque

a los gringos que se los llevan a Texas,

tienen tan poco con que alumbrarse

en el estado de la oscuridad solitaria

donde la muerte es necesidad y obligación.

Olivia también conoce la densidad del color,

me pone un arco iris en los hombros

por momentos siento cuanto pesa la luz,

ahora sé por que los poetas prefieren las sombras.

Cambia el color del canto

y la claridad castaña de sus ojos.




Reinventa nuevos colores con sabor rojo-grosella

escribo su nombre con mayúsculas verdegranas

y contornos ambarazulados.



La ciudad sonríe con asfalto morado

y semáforos llenos de color.

Los odios y las frustraciones

transitan en colores pastel.

miércoles, 16 de septiembre de 2009





OLIVIA DEJA RASTRO


I

Un haz de luz en medio de la penumbra

nos dice mucho o poco, Olivia,

todo depende del onírico lugar

donde dejamos los sentimientos.

Cierra los ojos y empieza a andar la frontera.



Un haz de luz corta perpendicularmente

la emplomada oscuridad de nuestro cuarto,

la luz de la mañana muestra una frontera

convertida en ruinas,

débil y ojerosa.

Usurpamos sueños difusos.

La vida se está volviendo inasible,

En estos momentos, al menos,

tengo tu cintura.



Un rayo de sol en medio de la oscuridad del cuarto

con su vulnerabilidad matinal

ha impregnado de desconfianzas

las efímeras celosías de este amor.

Es noviembre y el frío hace jirones la mañana.



II

Hay días que una sonrisa con el labial corrido lo dice todo,

luego hay que limpiar el rostro para quitar la pintura triste,

escribir nuevos poemas desgarradores,

hacer herir la memoria, luz silenciosa de invierno,

incesante desfile de nostalgias,

el frío hace llagas de miedos y pequeñas pesadillas.



Hoy no digo nada que pueda abrir recuerdos.



Una pequeña caja de soledad sobre tu regazo,

decorada con la desagradable aspereza de la verdad.


Un poco de muerte
sobre el cielo amarillo
de esta tarde gris.



La frontera se quiebra en las manos del invierno.

Hay una luz que cada vez está más lejos

luego la exasperante oscuridad que nos recuerda

que en medio del desierto estamos solos y ciegos.











III


Olivia desnuda.

Un haz de luz amarillento en la penumbra

roza sus vanidosos muslos,

la tarde toma el sabor a datil de su sexo.

Olor a nueces por la calle.



Me paro en una esquina de la ciudad donde se acaba la patria.

Los relojes apuran el paso.

La frontera se cierra entre miradas de gente que pasa.

La convulsa sobriedad del río Bravo pesa.



Del zócalo de la ciudad de México

al puente de Laredo la distancia se cuenta en vidas.

Se pudiera contar en noches o calaveras,

pero, sería muy complicado.

Una vida equivale a un sueño

Esta es la vida de todos los que se derrumbaron en el camino,

por eso la carretera se anega de polvo.

por eso muchas muertes se cubren de polvo,

por eso todos los pasos pululan en polvo.



Por eso el tosco camino

es tan silencioso.

Las mentiras duelen en la piel.

La frontera se cubre con rostros en ruina.



Un haz de luz en medio de la penumbra,

los brazos desnudos de Olivia.

El adiós es lo más cruel en estas tardes.



Camino por la calle de los silencios

Sin rumbo.



El tren se escucha lejos



Ha empezado a helar.

miércoles, 5 de agosto de 2009

OLIVA EN COLORES FIJOS

OLIVIA EN COLORES FIJOS

I

La ciudad en jaque
Las piezas limitan sus movimientos

Ella previene
"CUIDADO SONRISA PELIGROSA"
Un movimiento absurdo
Peón por reina

Olivia parpadea
Torre por caballo
El alfil negro se pone de luto

Enroque, caballo y rey al ataque
Un nuevo parpadeo
Una luz blanca ensombrece los cuadros negros

Oliva vista de espaldas
Mate al rey


II

El rubor de las mejillas desvanecido,
corrido el lápiz de labios,
las piernas tambaleantes
y la ducha caliente.

Olivia de sabores perversos
en colores fijos
y en rebeldías.

Olivia glaciar
al deshielo de los instintos,
un poco eterna.

Termina la tierra
y comienza ese inmenso mar de lubricidades
que inunda de arena sus labios
y moja a los huraños gestos de la insensatez.

Olivia y su piel cortante
al toque filoso de la memoria.

Un holograma tridimensional de sangre
enmarca mi sombra en colores viciosos.

Olivia a todo lo largo del tiempo
y en los nuevos rincones de su libertad,
prófuga del arcano.
"... ahora lo puedes decir..."

Olivia al final de la tarde
en cimientos de asfalto,
en sofisticados altares
y en ese ir y venir, incesante, por la imaginación.


III

Olivia y una hectárea de fantasía.

Sus piernas en medias negras
y ligas blancas,
tableros perfectos.

Olivia en la negación del universo
y el sol que cambia de rumbo,
es el momento de redescubrir la tierra.

Parte una expedición de reconocimiento
por lo más inhóspito de su orografía.
" Un gran avance para la humanidad".

La cartografía de su vientre y de otros valles.

Espeleología de momentos
" QUE RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA "

Magallanes
Elcano
Y la circunnavegación por sus caderas.

Los caminos de oriente
y las cruzadas hacia esa tierra santa.

Las islas de los mares del sur
y esa diosa de la fertilidad en barro.

Olivia suda
y transpira los deseos
de una buena parte de la ciudad.

IV
Olivia en la memoria.

Icen banderas blancas
una tregua en esta guerra de cien años
y de dos que se aman.

Olivia enturbia
las tranquilas aguas de mis lagunas mentales.
" todo en ti fue naufragio "

La calma después de la tormenta
cuando ya estas lejos.

Mas el viento aún sopla en tu dirección
" Tirad por la borda todo el lastre ".

miércoles, 29 de julio de 2009

POEMAS IMPOSIBLES 2 Y 3

2
Las exequias de la soledad

No existe ese lejano lugar
que describes cuando lloras en la cama,
por eso tus caminos se llenan de muertos.
Es de día
y aún sigues sangrando todo lo que te duele.
Ese pesado lastre
que deja rastro de grillos, fábulas, lunas, duendes,
última evocación de tierra húmeda,
crujir exasperante de palabras rancias.
Por eso
todos mis días los llenas con tus muertos.


3
El color rojo

Ese absurdo suéter
Luces sobre la ciudad
Un nogal rompiendo el aire frío
Tarde que se expande ruidosamente
Un perfume penetrante
Un taconeo casi imperceptible
Tus formas imprescindibles
Locura confundible
La prueba del tacto
El sabor dulzón de tu boca
Confirmo que tu nombre
debe escribirse sólo con mayúsculas.

Ese ridículo suéter tirado a los pies de la cama
el color rojo corrido de tus labios.

lunes, 27 de julio de 2009

EL POEMA DE LOU

EL POEMA DE LOU





Luo duerme,
O simula que duerme.
El calor de la una de la tarde
Sobre la ciudad
Y la espalda desnuda de Lou.

Luo primavera
Sólo en recuerdos
A la hora de la siesta.
Lou acostada
Con su sexo rasurado
Y con todas las horas de la tarde.
Retoma el sueño,
Muerde mis preguntas, mis sinrazones.

Lou a cuentagotas
Por la acera norte del deseo
En tardes de lluvia,
Manos en los bolsillos
Y un adiós que se moja
En las esquinas.

Lou en palabras,
Dibujos y frases
Que no son suyos.
La cruel sensación de tu presencia
Cuando ya no estás.

Lou a lo lejos
En tardes que no voltea.

POEMA IMPOSIBLE 1

LOS POEMAS IMPOSIBLES


No culpes al poeta
por no poder volar.


1
Una mujer ebria desnuda
duerme en mi cama
cubierta sólo con la página roja del diario.

Es verano y la piel suda todos los excesos,
once campanadas,
casi mediodía,
la invasión de la pereza camino al trabajo.

La frontera dormita,
la calle huele a sal.
En un banco están aún los cadáveres intactos,
esperando el sepulcro,
antes autopsias con Gardel
reviviendo imágenes en un oscuro bar
donde nunca amanece.

Un empalagoso perfume entibia la cama
los ojos de una mujer emergen
entre los hielos de un vaso de ron.
El sexo huele a alcohol o viceversa,
le beso delicadamente la punta de los pies,
los vicios y las manos,
un gato muerto en la terraza
se pudre al sol;
una llave gotea
la regadera
acompasa el descuido
la mujer de Laredo sabe a sal
y cerveza.

Una mujer ebria duerme en mi cama,
la resaca que da la vida le muerde los labios.
Está desnuda y la lamparilla del buró la descubre,
desconozco su piel,
cuando despierte no sé si me pedirá dinero
o sonreirá buscando simple complicidad

Una mujer ebria solloza en la cama,
Laredo se tiñe de rojo con el sol,
hay muchas historias que sólo salen por la noche
a merodear lejos de las luces y en las maquiladoras.


Una mujer se ducha
su cuerpo se evapora en milagros
y promesas de otras madrugadas,
el agua reaviva los acordes oxidados de la ciudad.
Tintineo de más campanas para correr la tarde.

Hay un cuento de horror escondido
en la humedad de este cuarto,
deformado en el espejo
oscuro, inútil, desolado.
Casi en silencio
la sombra de otra mujer se corta las venas.
" ... quién sabe si supieras
que aún dentro de mi alma..."
La voz de Gardel arrincona
cada grito,
las imágenes pasan delirantes,
luego sólo silencio.
La música del acordeón de las calles
me acompaña al trabajo.




JACOBO MINA CANO

domingo, 26 de julio de 2009

HISTORIAS DE MAYRA

HISTORIAS DE MAYRA




1.- Maldita mujer de odio,
lunas y marzos.
Ente bestial de delgada cintura,
frágiles manos y tatuaje en el tobillo.
Tortuoso ser de delicado rostro,
aroma a frutas y mañanas sonrientes .

2.- Mis héroes murieron de melancolía,
cayeron sin poder realizar sus más grandes hazañas.
Murieron fulminados por los destellos lúdicos
que tu morena piel irradia.

3.- Pobre Mayra;
y pensar que tienes que cargar
con el peso inicuo de tu belleza a todos lados.

4.- No hay ciudades que lleven tu nombre,
pero sí un bar, lo que es más meritorio.

5.- He vuelto a soñar dormido
para no recordar que te soñé.

6.- Hay días y partes de la ciudad por donde nunca vas.
¿ Cómo morirán esas tardes ?

LOS POEMAS DEL PERDÓN

LOS POEMAS DEL PERDÓN

No pido perdón
¿ para qué ?
Si me va a perdonar
Por que ya no le importa.
Joaquín Sabina


1
... y es que al fin de cuentas
los seres marginales siempre terminamos juntos;
una mesa, un parque o un burdel.
Compartiendo siempre esa soledad que cansa
y te acostumbras a ella.

Seres marginales en manadas, soledad colectiva
por las calles de Laredo a las tres de la mañana;
la soledad se comparte
ratas, sombras, lunas y el tren como música de fondo:
El carnaval de los despreciados.

De cierto modo, el nuestro,
fue un amor de marginales sórdidos;
de cervezas y estacionamientos olvidados,
de cuerpos desnudos a media calle,
de amor entre los escombros de los escombros,
de vicios y paranoias que se unen
en un punto de caricia y golpe.

Por que al fin de cuentas los seres marginales
siempre terminamos juntos y aislados,
ocultos por la ciudad.
Hay una mujer que aún me duele a cada esquina
y la ausencia de su sonrisa me carcome el alma.
Ella pasa y atraviesa las telarañas de mi calma,
me flagela con su odio toda esperanza.


2
En un bar o en un café
nos sentamos solos,
tomamos un trago
y salimos nuevamente
por el centro de la ciudad
donde cientos de mesas nos esperan
para compartir esta la soledad.








3
¡ Como duele parir un poema de perdón ¡
Un poeta atado a un muro
No hay salida
Cuatro paredes, púas en los alambres
y tu adiós con odio
¡ Que frío es el olvido cuando se impregna de soledad ¡
¿ No hay luna ?, Preguntó
Ella y su vestido rayado de fin-de-fiesta
Yo de azul-cuervo-enlutado
Ella se muerde los dedos al hacer el amor,
me toca suavemente
no tiene rostro, pero sus ojos son caricias,
la sierpe del deseo muerde las manos
y Dios destruye ciudades enteras.



4

Un poeta atado a un muro
muñecas y tobillos lacerados
los caminos están mohosos
sólo queda el desierto
y llevar al muro como lastre

¡ Como odio este lento morir de boca seca ¡

Ráfagas de viento me ciñen al muro
nos van desmoronando
" polvo eres y ..."
¿ que haré cuando no haya muro
y ya nada de ti me duela ?
Tendré que rehacer las heridas
para que del dolor vuelvas a nacer,
pero mientras,
que doloroso es parir un poema de soledad
cuando aún estás a mi lado.


LA VIDA RONDA EN SORPRESAS