La carne se seca al sol
pellejos que algunas aves picotean
el recuerdo de aquella repugnante vieja
de blancas carnes y olor a vida desperdiciada
se reaviva en estas sedientas tardes
Carne salada sin sombra
en la mente
las noches en un hotel cercano al metro Taxqueña
la piel morena próxima a graduarse
olor a coco de mujer costeña
y todo aquello que quedó inconcluso
todo aquello sólo es pasado
Carne que llena la tarde de salitroso hedor
el sol de una ciudad en medio del desierto
una mujer moja sus labios en cerveza,
labios rojos de placer resplandeciente
mascaradas invernales para disimular un poco
la eterna espera
Trozos de carne muerta secándose al sol
duele más cada paso
la arena me hace cerrar los ojos
solo queda polvo sobre las tumbas
pisadas que se oyen siniestras sobre tu agonía
Una casa abandonada, casi derruida.
Miles de moscas tapan el sol,
se posan en mis manos y en mi boca
no me puedo mover,
cierro los ojos
al zumbido
del cercano andar de la muerte
jueves, 26 de noviembre de 2009
miércoles, 25 de noviembre de 2009
UN POEMA POR ELBA
Tardes de asueto,
noches violentas.
Un charco de sangre en la conciencia
y Elba de rubia en la ventana.
¿ Recuerdas, cholo, el color de sus ojos ?
Los árboles en verde intenso,
el cielo en azul interminable, incandescente.
Un pordiosero pide algo de comer junto a un BMW del año,
un acordeón rellena los silencios,
un agente de la BORDER PATROL mira todo desde el otro lado
y Elba se sienta lejos del sol.
¿ Recuerdas, cholo, el tono pastel de su ropa interior ?
El calor
le da una vista de minifaldas y blusas vaporosas
a Ciudad Éxtasis,
las tardes son insuficientes para el sol.
Elba moja su blusa.
¿ Recuerdas, cholo, el rosa triste de sus pezones ?
El viento y el salitroso olor,
cerveza, una cantina de la frontera,
sudor en los labios,
otra vez la noche y su silla vacía.
Tardes en espera de Elba.
Cholo ¿ recuerdas cuando partió ?
Laredo es otro.
martes, 24 de noviembre de 2009
LA COMUNION DE LAS COSAS
Nunca pude volar al ras del viento...
... ahora sé que es posible.
Una mujer se pierde
en el eterno tañer
de las estalactitas de mi locura,
la memoria no da para más.
Hay demasiada influencia
de tus formas en mi decadencia.
En un poema recuerdas tu mar
y los bolsillos se me llenan de arena y espuma y
de ese puerto que nunca fue.
Aún no hay nada parecido a....
Hay una mujer que al huir
se lleva mi sombra.
Una esfera gris
pende de su oreja.
Lleva una contusión en los muslos
y el bolso lleno de naufragios.
En estas tardes todo
pasa a su alrededor.
Vidrios rotos
y un rechinar de llantas
en la calle soledad.
Un cubo amarillo
sobre un fondo negro.
Ella sonríe
y por un momento me ciega.
Un triángulo azul a rayas
sobre su espalda.
Hay una mujer
que en estas tardes
pende de la memoria.
... ahora sé que es posible.
Una mujer se pierde
en el eterno tañer
de las estalactitas de mi locura,
la memoria no da para más.
Hay demasiada influencia
de tus formas en mi decadencia.
En un poema recuerdas tu mar
y los bolsillos se me llenan de arena y espuma y
de ese puerto que nunca fue.
Aún no hay nada parecido a....
Hay una mujer que al huir
se lleva mi sombra.
Una esfera gris
pende de su oreja.
Lleva una contusión en los muslos
y el bolso lleno de naufragios.
En estas tardes todo
pasa a su alrededor.
Vidrios rotos
y un rechinar de llantas
en la calle soledad.
Un cubo amarillo
sobre un fondo negro.
Ella sonríe
y por un momento me ciega.
Un triángulo azul a rayas
sobre su espalda.
Hay una mujer
que en estas tardes
pende de la memoria.
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