sábado, 5 de diciembre de 2009

TODA CIUDAD QUE SE RESPETE

                                       Toda ciudad que se respete
                                       tiene un viejo sentado en la plaza principal
                                       y este viejo sabe todo lo que pasa
                                       en la ciudad.

Una tarde pasé junto al ciego de la plaza,
me detuvo y dijo tú la buscas ¿verdad?.
Él me conocía, te conocía;
sabía toda esa historia
de madrugadas sobre el río,
noches en el "Express Cervezas 'n tequilas".

Conocía los olores de los animales en celo,
la arritmia crónica de tu taconeo y
las frases que siempre usas cuando haces el amor
-"nunca me dejes"-.
Esta es una ciudad pequeña
que se enciende al conocer tus historias.
Luego siguió hablando del color del mar y del invierno,
de esas montañas que nunca se ven,
de esa extraña luz que se aparece en tus bosques,
de los jeroglíficos que dibujé un día en tu espalda
y del significado de las estrellas de mar.

Cuando habló del deseo glaciar
me convencí que hablaba de ti
y me fui a caminar por los suburbios.

1 comentario:

  1. ¡Jaaaaaaaa hasta el viejo caminó por esos lares!
    Conocía todas las señas,
    Qué peculiar situación!
    Besos

    Evangelina

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