miércoles, 2 de diciembre de 2009

DULCE ESTACION DE LAREDO

Un eco sepulcral, propiamente dicho.

Un viento helado parte la ciudad,
aves de rapiña por la estación de Laredo.
Un jadeo rítmico, casi imperceptible.
El país termina a unas cuantas calles
y empiezan o acaban los resentimientos;
en el anden la luz es más tenue.
Dulce vende su cuerpo por 40 dólares,
sólo tiene catorce años.
En la maquiladora trabajan horas extras,
un sueldo así no alcanza para nada,
es monótono, aburrido,
la línea no debe parar.

El río le dibuja la cintura a la ciudad,
silueta convexa casi perfecta.
Dulce sueño americano.
La fabrica cansa, hastía, trastorna;
a veces hay deseos de ser alguien.
Pretexto varios amores idos,
una niña no volvió a su casa,
una campana de cristal se rompe contra el suelo.
La inocencia se pierde en cada esquina.
Dulce estación de Laredo,
el corpiño va de blanco a rojo.

1 comentario:

  1. Dulce estacion de Laredo, Dulce vende su cuerpo or 40 dlls.

    El corpiño va de blanco a rojo, muy "Demensial", me mal viaja esta lectura, para que caminar si podemos volar, jajajaja.

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